jueves, 1 de noviembre de 2018

Contención


Erwin Blumenfled


Hablábamos de vigas orbitantes que estaban a una distancia lo suficientemente lejos como para no coincidir en ningun espacio-tiempo pensable. Sin embargo a veces, a pesar de la distancia, a pesar de no coincidir ni una milésima de segundo en el espacio-tiempo, sucede, casi como un fallo del universo, que dos vigas totalmente paralelas, coinciden en el espacio-tiempo. Sin ningún tipo de inercia que les haya hecho juntarse, sin ningun tipo de pronóstico que anticipase de forma certera el hecho, y sucede que hay una certeza incierta que se vuelve de golpe y porrazo en cierta. Se convierte. 

Hace tiempo que no hablo. A veces pienso que es la mejor forma de revertir la extrañeza. Hoy mientras tomaba el té de la mañana, viendo la televisión de fondo sin llegar a verla, he pensado: ¿Cuánta contención tiene que habitar(me) para que llegue la explosión final que acabe con todo?